Esta foto es un recuerdo innegociable en lo que respecta no solo la amistad sino mi vida ministerial. Dentro de todos estos rostros se encuentra un amigo que promueve en nosotros la unión cada vez que nos visita: Thor, solo cuando el está en el país es que nos reunimos el grupo completo, buscando la forma de hacerle sentir bien pero a la vez siendo esta una excusa para vernos y enterarnos de lo nuevo, la familia, las relaciones, etc.
Al revisar la imagen, un sinnúmero de recuerdos y sentimientos encontrados pasan sobre mí, ya que la mayoría de este grupo formó parte en el proceso de un discipulado que marcó mi vida con un antes y un después, al salir de ésta formación todo cambió, dejamos de ser niños, empezamos a entender el propósito por el cual fuimos creados y a dar prioridad a lo que en verdad vale la pena, Dios; como parte de esta formación no puedo olvidar los matutinos, visitas a los hogares, desvelos y los GRANDES reproches que venían sobre nosotros cuando no hacíamos las cosas tal cual debían hacerse, lo increíble es que todo esto Dios lo hizo a través de un hombre que no solo supo ser pastor, sino que fué y ha sido mas que padre, amigo, Sanford.
Al revisar la imagen, un sinnúmero de recuerdos y sentimientos encontrados pasan sobre mí, ya que la mayoría de este grupo formó parte en el proceso de un discipulado que marcó mi vida con un antes y un después, al salir de ésta formación todo cambió, dejamos de ser niños, empezamos a entender el propósito por el cual fuimos creados y a dar prioridad a lo que en verdad vale la pena, Dios; como parte de esta formación no puedo olvidar los matutinos, visitas a los hogares, desvelos y los GRANDES reproches que venían sobre nosotros cuando no hacíamos las cosas tal cual debían hacerse, lo increíble es que todo esto Dios lo hizo a través de un hombre que no solo supo ser pastor, sino que fué y ha sido mas que padre, amigo, Sanford.
Hoy en día no estamos tan juntos como antes, pues ya nuestras vidas han tomado vías diferentes, cada uno siguiendo sus propios sueños. Pero Dios nos ha enviado a otros jóvenes a quienes amar, cuidar y no dudar en hacer lo mismo que hicieron con nosotros y hemos respondido al llamado.
Ahora en las imágenes vemos otros rostros que han venido a marcar, dejando huellas quizás no por las grandes cosas que hayan hecho a mi favor sino por cada detalle compartido, algunos que en vez de hacerme reír me han hecho llorar, pero no ha sido más que una estrategia de Dios para formar mi carácter y darme la capacidad de amar y confiar.
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